viernes, 26 de abril de 2013


LA AMNESIA SENSORIO-MOTRIZ

Comprender la amnesia sensorio-motriz es comprender una de las causas fundamentales de los padecimientos que nos rodean como terapeutas.


El sistema sensitivo motor es un mecanismo capital para nuestras acciones y para nuestra vida social. Todo lo que percibimos del medio ambiente y todo lo que percibimos dentro de nuestro cuerpo se transmite al cerebro. De un lado, los nervios sensoriales controlan nuestra percepción del mundo. De otro lado, el cerebro, que ordena todas nuestras acciones y los nervios motores a través de sus prolongaciones en los músculos, coordina nuestros movimientos. Así, las funciones sensitivas y motoras son los dos vertientes de una misma moneda.


Al nivel de la columna vertebral encontramos los dos sistemas separados pero al nivel cerebral ambos se unen para formar un sistema nervioso único. Estos dos sistemas son tan complementarios y tan esenciales que su acción incesante pasa desapercibida. En neurofisiología, la relación constante entre la información sensorial y la respuesta motora se llama “sistema de retroalimentación”


El papel del sistema sensorio-motriz es tan importante en nuestra vida que cualquier alteración de su estructura se traduce en importantes perturbaciones. La pérdida parcial de la percepción sensitiva significa volvernos torpes en nuestras acciones y perder el control de nuestro cuerpo. Del mismo modo, la pérdida del control motor afecta a la eficacia en la acción y provoca una alteración del sistema de información. La necesidad de un flujo no interrumpido de informaciones proviniendo del exterior para mantener un control continuo de los movimientos musculares resulta obvio.


Hasta hace algunas décadas estas alteraciones eran consideradas como irreversibles. Veremos que, en gran parte, se trata de una pérdida momentánea de control de nuestras capacidades. Existen alternativas para recuperar nuestra salud. Entre otras el Método Feldenkrais propone, a través de la toma de conciencia, descubrir de nuevo los mecanismos profundos del movimiento.


Se trata de una verdadera educación propioceptiva que dará a cada participante la oportunidad de enriquecer la imagen de sí mismo, educar el sentido cinestésico, y afinar la conciencia y el conocimiento de nuestro cuerpo y su funcionamiento.


El Método Feldenkrais utiliza la autoconciencia y pone el acento sobre las bases sensorio-motrices de nuestras acciones. Para desarrollar la conciencia sensorio-motriz se requiere que nos percibamos como un ser completo en movimiento, de acuerdo con sus sensaciones, emociones y pensamientos, y no como una colección de piezas separadas.

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